Cuando encontré, por una de esas casualidades de la vida, el libro de Claudia Rainville Metamedicina, la guarigione a portata di mano, sobre una mesa de comedor en Suiza, supe inmediatamente que iba a ser muy importante para mí.

Al mes siguiente me encontraba ya en Italia para mi primer LME. Después vinieron otros, la formación y todo el resto de seminarios complementarios, los compañeros y la siempre inestimable enseñanza de Claudia. Se iban completando los espacios vacíos de mi vida que quedaban por resolver.

La Metamedicina era lo que había ido buscando durante tanto tiempo, el enfoque que yo misma soñaba con formular, pero tuve la gran fortuna de encontrarlo ya formulado, estructurado y con una perfección y un 'savoir faire' que yo jamás hubiera logrado ni en el mejor de mis sueños.

Realmente, la Metamedicina me dió muchísimo más de lo que jamás hubiera podido imaginar. Ahora es el eje principal de mi profesión, y gracias a ella y a todo el camino recorrido con tantos otros maestros, puedo decir algo que durante toda mi vida había sido una vaga idea quizás inalcanzable: me siento realizada profesionalmente, como ser humano y como mujer.

Actualmente ejerzo como consultora de Metamedicina, facilitadora de Constelaciones Familiares, maestra y docente de Reiki y dirijo la Escuela Kintsugi.

También siento casi como una misión personal mi labor como conferenciante sobre diferentes aspectos de la salud, la enfermedad y el dolor para poner luz sobre la lógica y la coherencia de los los mensajes de nuestro cuerpo y acercar de manera fácil y asequible a todo tipo de público los nuevos paradigmas sobre el bienestar y la salud.

Me apasiona la docencia, y mi voluntad es la de ser un elemento dinamizador de las consciencias individuales hacia nuevas maneras de entender y vivir el hecho de ser humanos desde nuevos paradigmas más libres y auténticos; hombres y mujeres conectados con lo primario, lo corporal, lo esencial, lo mítico, que puedan elevarse y elevar la humanidad a las más altas cimas de la espiritualidad. Toda mi trayectoria humana y profesional ha sido apasionante (no diré fácil), pero hoy puedo decir que la vida es una aventura que vale la pena vivir, realmente la única aventura que de verdad se puede vivir.